Sistema Extrasolar Trappist-1


Ayer, la agencia espacial NASA, daba una rueda de prensa a escala mundial, dando a conocer el descubrimiento de un nuevo sistema planetario extra solar situado a 40 a.l. de nosotros, en la constelación de Acuario, que consta de 7 planetas de tamaño similar a la Tierra, al cual, se le ha denominado como TRAPPIST-1.


Posición del campo estelar del sistema extrasolar Trappist-1. Fuente: www.adorion.ba

La estrella principal, Trappist-1, es una enana roja "ultra fría", de tipo de espectro M8V, magnitud absoluta de + 18, un radio de 0,117 veces el radio de nuestro Sol, y una edad estimada de 500 millones de años. Además de estos datos, esta estrella tiene una rotación sobre su eje de 1,40 días, y destaca por la gran cantidad de radiación que emite al espacio.


Descripción de la estrella Trappist-1, y de tres de los planetas que la orbitan. Fuente: www.francis.naukas.com


De los siete planetas mencionados, 3 de ellos se encuentran en la zona denominada por los astrofísicos como "rizos de oro", la cual, es la zona de nuestro Sistema Solar donde se encuentra nuestro planeta.
En el caso de este sistema planetario, dicha zona "habitable", se encuentra en una zona delimitada entre las 0,02 y 0,05 UA (Unidades astronómicas. 1 UA = 150,000.000km), por lo que se encontrarían excesivamente cerca a su Sol, recibiendo por tanto, una elevada cantidad de radiación directa, ya que se ha observado que estos planetas no tienen una rotación como la Tierra, sino mas bien como la que vemos en nuestro satélite, la Luna.
Nuestra luna tiene una rotación y una traslación que cuentan con el mismo periodo, 28 días; esto se debe a un efecto gravitatorio conocido como "Acoplamiento de marea", es decir, siempre da la misma cara hacia el cuerpo al que orbita, y en el caso de Trappist-1, los planetas que orbitan a la enana roja, siempre le muestran la misma superficie, teniendo así un 50% del planeta recibiendo la radiación de lleno, y el otro 50% siempre en el lado de sombra, a mas de 200ºC bajo cero.


Diagrama orbital de los planetas que componen el sistema planetario extrasolar Trappist-1. Fuente: www.grafelbergnoticias.com


Si la vida, tal y como la conocemos hasta la fecha, se hubiera podido desarrollar en estos mundos distantes, éstos, deberían contar con una gruesa capa atmosférica y un potente campo magnético, pues de no ser así, los planetas serían vastos desiertos arrasador por la actividad de la enana roja.


Representación gráfica de una estrella enana roja, lanzando potentes protuberancias desde su superficie. Fuente: www.cosmonoticias.org



Visión artística de un atardecer desde el planeta Trappist-1d. Fuente: www.20m.es

Un buen ejemplo de este tipo de efectos, lo encontramos en nuestra vecina interestelar Próxima de Centauri, otra enana roja que está orbitada por un pequeño planeta similar al nuestro, Próxima B. En un principio se creía que al estar en la zona habitable, tendría un gran océano, pero después, tras estudiar su composición atmosférica espectroscópica, se ha determinado que no solo no tiene agua, sino que es un planeta extremadamente cálido en la zona irradiada por su estrella, y congelado por la zona en sombra.

Así pues, de momento, habrá que seguir buscando en el vasto firmamento, mas pruebas en busca de nuevos sistemas solares que no estén tan cerca de su Sol, ni bañados por la radiación, pues un sistema solar donde en su centro se halle una enana roja, la vida, tal y como la conocemos, tiene muy pocas posibilidades de salir adelante.


Si comparamos la órbita de Mercurio con las orbitas de los 7 planetas de Trappist-1, vemos que estan excesivamente cerca de su estrella. Fuente: www.space.com



Comentarios

  1. Gracias por la aclaración, algunos como yo ya se habían emocionado xD

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    1. Si, los medios de comunicación a veces se pasan de información, con este tipo de noticias, pero no deja de ser un hallazgo importante :)

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