El planisferio celeste.


Un planisferio celeste, es una representación gráfica plana de los astros que vemos en la bóveda celeste, desde una latitud concreta. Esto nos indica que un planisferio editado para ser usado por un observador que viva en Palma de Mallorca (39º N), no podría utilizarse como planisferio celeste para la latitud de Helsinki (Finlandia, 60ºN).



Cuando sostenemos el planisferio en nuestras manos, nos fijaremos en que el borde esta escalado con los 12 meses del año, juntamente con los días que corresponden a dichos meses, y una parte plástica móvil, con una “ventana” transparente, y una escala en el borde, indicando las 24 horas de un día completo, y divisiones de 15 minutos.





Debemos fijarnos en que la zona plástica superior, pivota sobre la inferior a través de un pequeño remache de latón o un encuadernador, que coincide con la situación de la estrella polar. Y que la “ventana” que deja ver las constelaciones y las estrellas del firmamento, está marcada con los puntos cardinales básicos: Norte, Sur, Este y Oeste. Pero hay un dato sobre estos puntos muy a tener en cuenta, pues a primera vista, los puntos Este y Oeste, están invertidos. Esto se debe a que dicho planisferio debe mirarse sosteniéndolo con nuestras manos y orientado hacia el firmamento. En ese momento, los puntos Este y Oeste concordaran perfectamente con los cardinales de la Tierra, siempre que se mantenga orientado hacia la estrella polar.



Fuente: www.jouscout.com


Si estuviésemos en el hemisferio Sur, debería orientarse hacia el punto cardinal Sur, cercano a la conocida constelación de la Cruz del Sur.

Para comenzar a utilizar el planisferio, debemos buscar el mes en el que nos encontremos, y el día actual que corresponda. Después buscaremos la hora, pero no sirve la hora oficial que usamos en nuestros relojes porque dicha escala está ideada para ser usada con horas en Tiempo Universal.

Para convertir el horario oficial (H.O.) en Tiempo Universal (T.U.), solamente deberemos restar los respectivos horarios Invernales, o Estivales correspondientes. Es decir, si estamos en invierno y son las 20:00h, restaremos 1 hora, convirtiéndolo en las 19:00h de TU.

Si la época fuese dentro de la zona horaria de verano, deberemos restar 2 horas. Sin son las 20:00h, restaremos las 2 horas correspondientes, convirtiéndolas en las 18:00h de TU.

Cuando tengamos la fecha y la hora situadas, pondremos el cardinal norte hacia arriba y orientaremos el planisferio hacia la estrella polar, mostrando todas las estrellas y constelaciones que podremos ver en ese momento, teniendo en cuenta que los bordes del óvalo que forman la “ventana” corresponden a nuestra línea del horizonte. La zona del cardinal Este es por donde salen los astros, y la zona del cardinal Oeste es la zona por donde se ponen.

La seña que indica el centro geométrico de dicha ventana, nos marcará nuestro punto zenital, es decir, el punto del firmamento que estará exactamente sobre nuestras cabezas.

Dentro del dibujo que representa a la bóveda celeste, encontramos una cuadrícula circular concéntrica que representa la graduación usada para calcular la posición de un astro mediante coordenadas.




Las 24 marcas que están situadas en el borde interior de la escala de meses, nos sirven para calcular la Ascensión Recta de los astros; y las líneas que convergen sobre la estrella polar, corresponden a los meridianos celestes, y sobre estos se calculará la declinación de los astros.

Aprender a manejar el planisferio es muy sencillo, simplemente se necesita una zona donde podamos observar el firmamento, la noche sea clara, y tengamos ganas de profundizar en las antiguas figuras que desde tiempos ancestrales, las estrellas han dibujado en la noche de los tiempos.

Cierto es que actualmente con las nuevas tecnologías, tenemos aplicaciones en el teléfono móvil, Tablet, PC, etc… que nos facilitan mucho la tarea a la hora de identificar un astro, o una constelación en el cielo; pero el encanto de tumbarse sobre la hierba de una pradera, o simplemente sentarnos sobre el suelo de la terraza de nuestro propio hogar, y buscar una constelación a través de los datos aportados por el planisferio, no tiene precio.


Fuente: www.moonmentum.com





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